Una orquesta sin director

22 / 06 / 19
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Por Alicia Vesperinas

Presidente CChC Osorno

Publicada el 22 de junio en el Diario Austral Osorno

Hace unos días asistí a una gala musical invitada por una empresa local. Mientras disfrutaba del hermoso espectáculo pensaba en todo el trabajo y dedicación que hay detrás de la puesta en escena. Son cientos, si no miles, las horas que cada músico dedica a perfeccionar su ejecución; es un trabajo que muchos inician a temprana edad y del cual no se jubila; el maestro Claudio Arrau declaraba a sus 85 años mientras ofrecía conciertos por todo el mundo: “necesito tocar para vivir”.

Cuando se trata de trabajos en equipo, tal como en una orquesta, tanto o más crucial que el virtuosismo de cada persona, es el rol del director. Su labor comienza muchos meses antes del concierto. Es él, quien corrige y ajusta a los maestros ejecutantes. Es quien afina los detalles para que el conjunto resulte armonioso y agradable. Es deber del director de orquesta llevar el tempo, indicar la entrada de grupos instrumentales individuales, marcar los acentos dinámicos y fijar cualquier otra instrucción relevante dejada en la partitura por el compositor.

Si hacemos el paralelo con los grandes desafíos que enfrentamos actualmente, debemos poner atención en esta importante figura. Por ejemplo, en nuestro PDAO, el tan mencionado Plan de Descontaminación, confluye la acción de diversos ministerios. Es así como participa el Ministerio de la Vivienda, que busca mejorar el estándar de aislación térmica; el Ministerio de Medio Ambiente, que monitorea las emisiones; el Ministerio de Energía, a cargo de buscar nuevas fuentes energéticas que vayan desplazando a la leña; el Ministerio de Salud que alerta sobre el aumento de enfermedades asociadas a nuestro sucio aire; el Ministerio de Transportes, encargado de minimizar la contaminación por fuentes móviles. Por otro lado, en la ciudad, estamos buscando cómo aumentar el suelo disponible para atacar el déficit habitacional, lo que podría ir en dirección opuesta a las metas anteriores.

Luego de sostener muchas reuniones y en cada una constatar la excelente disposición y compromiso de los participantes, cada uno en su ámbito, algo falta para que las iniciativas se ejecuten coordinadamente. ¿Quién está a cargo del Plan? ¿Tiene las atribuciones y presupuesto para administrarlo globalmente? Tal vez ahí radica parte del problema. Tenemos buenos músicos, solo nos falta el director.