Una década de crecimiento, aciertos y ajustes

08 / 06 / 15
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Acabamos de entregar una retrospectiva del mercado inmobiliario 2004-2014 y si bien los resultados no asustan o sorprenden, nos encontramos que hace 10 años se construía 90% de casas y 10% de departamentos, cifra que producto del alto costo del terreno y la precaria administración del suelo fiscal se ha invertido. El punto de inflexión fue el año 2008 donde el mercado no fue capaz de sostener el “sueño de la casa propia” y viéndose agravado el escenario por políticas de vivienda pública centralizadas, el déficit fue aumentando, llegando a estas alturas a más de 21 mil familias de la región sin posibilidad de aspirar a vivienda.

Hoy el fisco prepara una batería de proyectos, grandes inversiones en habilitación de suelo para dar respuesta a esta necesidad, tanto el Minvu, el Serviu y el Gobierno Regional comparten la preocupación del sector y en un esfuerzo jamás visto en la región, destinarán 60.000 millones del FNDR entre el 2015 y 2023 para urbanizar los terrenos y prepararlos para los proyectos de vivienda.

Cifra que más que por su magnitud llama la atención por entender que el elevado costo del terreno de Antofagasta ya no será traspasado al usuario final, pudiendo desarrollarse alrededor de 6.000 viviendas asumiendo a lo menos el tercio del déficit que tenemos hoy.
Para los próximos 4 años tendremos un escenario en donde volveremos privados y públicos a trabajar juntos. Por un lado los inmobiliarios continuarán enfocándose en proyectos que van principalmente desde las 3.500 uf hacia arriba, mientras que el Fisco se abocará de lleno a la vivienda social cuyos valores llegan hasta las 2.200 uf. La alerta serán aquellas viviendas que van entre las 2.200 uf y las 3.500 que pertenecen a la fuerza trabajadora, funcionarios públicos, parejas jóvenes, administrativos de empresas de todo tipo, en otras palabras la olvidada clase media. Es en este segmento donde nuestro gremio debe hacer un mea culpa y asumir que no ha sido atendido, y que con los altos costos del suelo será difícil desarrollar proyectos a esos precios.

Es entonces el momento para la constitución de una mesa de vivienda que convoque a las autoridades de todos los sectores políticos, y que junto a los privados trabajemos mancomunadamente para atender las necesidades habitacionales de los distintos segmentos de la ciudadanía.

Jaime Tolosa

Presidente

Cámara Chilena de la Construcción Antofagasta