Seguridad, institucionalidad y política

17 / 08 / 19
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Es una de las intersecciones viales más peligrosas de la ciudad, según advirtió la SIAT de Carabineros ya el año 2014. En ese punto confluyen la Av. Eduardo Frei, la Ruta 9, la Av. Juan Williams y dos calles de servicio. Es el principal acceso a la ciudad y le llamamos “Cruce de la muerte”, porque los accidentes que ahí ocurren suelen ser de alta energía. Para este problema urgente, el Ministerio de Obras Públicas ha desarrollado una solución de vía elevada y rotonda, que mejora sustancialmente la seguridad y conectividad de un cruce estructurante, comunicando los accesos a la ciudad, al aeropuerto, a la Zona Franca, al Muelle Mardones, al Hospital Regional y al Barrio Industrial, entre otros.

Esta obra ha cumplido todos los pasos que impone la institucionalidad vigente, desde los estudios de prefactibilidad realizados el año 2012. Se utilizó información de la Subsecretaría de Transportes, Conaset y SIAT. Se estudiaron 18 alternativas de solución, se analizaron las características del suelo, las dificultades que impone el clima de región, los posibles efectos sobre el humedal y, por supuesto, los aspectos técnicos relacionados con la estabilidad estructural y la optimización de los flujos vehiculares actuales y futuros de una encrucijada con seis entradas y seis salidas. El año 2016 se definió la alternativa óptima y fue socializada en distintas instancias de participación ciudadana, incluyendo presentaciones al CORE, al Concejo Municipal y a otras instituciones públicas y privadas. Se obtuvo la recomendación positiva del Ministerio de Desarrollo Social, lo que significa que superó el análisis de rentabilidad social exigido para la inversión. Esto sólo se entiende a partir del alto valor que, correctamente, se le asigna a la seguridad de las personas en esa evaluación, ya que si fuera por la cantidad de beneficiarios difícilmente se destinaría esa cantidad de recursos a una intersección vial en nuestra ciudad.

Habiendo superado todas las etapas que la institucionalidad le exige a una obra de esta envergadura a lo largo de tres períodos gubernamentales, responsablemente sólo cabe llevar adelante el proceso de licitación vigente, el cual permitirá contar en un plazo razonable con una infraestructura del mejor nivel que soluciona un problema impostergable para la ciudad.

Respecto de los diversos cuestionamientos a la solución propuesta, creemos que siempre debe existir espacio para el debate en la comunidad, en cualquier momento que éste se desarrolle. Sin embargo, también debe existir un sentido de la oportunidad y la necesaria confianza en los organismos sectoriales y técnicos a cargo de planificar y ejecutar la infraestructura pública. En este caso particular, si desechamos el proyecto actual, que es bueno y nos tomamos el tiempo que va a costar llegar a un diseño perfecto, es muy probable que terminemos pagando ese plazo en vidas humanas.

José Alvarado Mansilla

Presidente CChC Punta Arenas