Programas especiales, necesidades extremas

14 / 07 / 20
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En lo relativo al desarrollo, uno de los principales nudos que debemos desatar en nuestra región es el círculo vicioso de la centralización: no se ejecutan proyectos de infraestructura en territorios donde no hay demanda suficiente (los costos superan los beneficios sociales), pero a su vez no se genera desarrollo en dichas zonas por falta de infraestructura. Este callejón sin salida se expresa en la paradoja del huevo o la gallina: ¿qué es primero, el huevo (infraestructura) o la gallina (demanda y desarrollo)? En ciencia evolucionista, la paradoja quedó largamente resuelta: primero fue el huevo.

En el terreno de las políticas públicas, la cantidad y calidad de la infraestructura son indicadores fundamentales del bienestar general de un territorio, lo cual observamos a diario en términos de transporte, barrios, espacio público, centros de salud, conectividad y ciencia. Minimizar las brechas de infraestructura implica una movilización importante de recursos y debería estar al tope de las políticas públicas. Territorios como el nuestro pueden obtener ganancias significativas en crecimiento económico y notables mejoras en la distribución del ingreso.

La implementación del Plan Especial Desarrollo Zonas Extremas en 2014 significó un esfuerzo en tal sentido, permitiendo la concreción de proyectos importantes en la región. Entre ellos se destaca el proyecto de la Fibra Óptica Austral que constituye una disrupción o cambio de escala, permitiendo la prestación de un servicio de clase mundial en conectividad y todo lo que ello puede significar para nuestros habitantes.

La implementación del Plan Especial Desarrollo Zonas Extremas en 2014 significó un esfuerzo en tal sentido, permitiendo la concreción de proyectos importantes en la región.

A lo largo de estos siete años, el plan ha contribuido a cerrar brechas de desarrollo para Magallanes, favoreciendo el crecimiento económico y el control territorial, potenciando a su vez la competitividad.

Con una mirada de largo plazo, la Cámara Chilena de la Construcción ha participado en todas las instancias de revisión de este Plan Especial y ha sugerido que se convoque a la realización de una nueva planificación, que cumpla con algunas características esenciales, es decir: que se enmarque en una mirada estratégica de desarrollo regional consensuada localmente; que la gobernanza del plan sea regional; que contenga elementos que permitan definir los objetivos y su medición en el tiempo; que las obras o proyectos que se identifiquen como priorizables permitan efectuar un salto significativo en la calidad de vida de las personas; que tenga una duración acotada en el tiempo; y que permita una razonable rendición de cuentas a los responsables de su implementación y operación.

Es deseable, adicionalmente, que para los proyectos que lo requieran se establezca un sistema evaluación de costo – eficiencia que integre factores multidimensionales a la evaluación de proyectos que el actual sistema no incorpora.

Basados en el concepto de estricto respeto a institucionalidad vigente - aquellas reglas de juego de la sociedad y sus restricciones que dan forma a la interacción humana - invitamos a un amplio diálogo regional para consensuar los incentivos de intercambio político, social y económico que permitan establecer una planificación con un sentido de cambio de escala en el desarrollo regional.

José Alvarado M., Presidente CChC Punta Arenas

Edward Andersen M., Hernán del Canto G., Carlos Pérez Y., Jan Gysling B. y Cristian Prieto K., Consejeros Nacionales CChC