Medir-dialogar-acordar-hacer

31 / 08 / 19
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Por Alicia Vesperinas

Presidente CChC Osorno

Publicada el 31 de agosto en el Diario Austral Osorno

 

En los últimos 30 años Chile ha experimentado profundos cambios. La población aumentó de 13 a 18 millones de personas. La esperanza de vida pasó de 70 a casi 80 años. El número de hijos por mujer bajó de 2,5 a 1,3 en promedio. La cantidad de habitantes por hogar disminuyó de 4 a 3. La población urbana creció de un 80% al 90% actual. El PIB per cápita de 1990 era de US$ 2.500, que resulta asombrosamente distinto de los actuales US$25.000. De alguna forma, parece que se tratara de dos países completamente distintos.

No es así difícil de entender que, durante mucho tiempo, la preocupación fue hacer casas para entregar un techo a quienes dejaban el campo por la ciudad. Los terrenos baratos se ubicaban generalmente en la periferia, alejados de servicios y mal conectados. Esto dio como resultado ciudades desintegradas que obligan hoy a largos traslados diariamente.

El desafío ahora es otro. Hacer ciudades, revertir la inequidad de acceso a bienes y servicios. Las inversiones deben hacerse ahí, donde escasean. Para esto es fundamental conocer al detalle la situación actual y no seguir postergando a quienes viven en condiciones de mayor precariedad urbana.

La Corporación Ciudades nace bajo al alero de Techo y la Cámara Chilena de la Construcción, a los que próximamente se sumará la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica. A través de un trabajo en común que involucra a académicos, autoridades, empresarios y ciudadanos, hacemos una invitación a redefinir la ciudad. Buscamos mediante el “Medir, Dialogar, Acordar y Hacer” acompañar el desarrollo de proyectos urbanos y, con esta experiencia práctica, aportar al diseño de las políticas públicas.

Recientemente nos visitó Kent Larson, director del grupo de investigación de City Science en el MIT Media Lab para dar a conocer las nuevas herramientas existentes para abordar este desafío. Gracias a la integración de la información que todos generamos con el uso de los teléfonos celulares se puede anticipar en tiempo real el impacto que generarán las edificaciones, las nuevas redes de transporte, las distintas densidades, y así al establecer un uso eficiente de espacios, tiempo y energía. Es inexplicable, y a estas alturas, irresponsable no usarlas en la elaboración de los instrumentos de planificación.

Invitamos a todos a sumarse a este trabajo. La ciudad es el reflejo sus habitantes, ¿cómo quiere usted que sea?