Los eficacia de nuestras obras v/s la eficiencia.

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La Región de Aysén, es una de las regiones con menor cantidad de habitantes por M2; lo anterior sumado a que no tenemos una fuente productiva, que aporte a la economía nacional, nos transforma en una Región sin peso específico para hacernos participe de las grandes decisiones a nivel central. Dicho esto, se vuelve trascendental reconocer que los desarrollos que existen en nuestra Región, asociados a Edificios, Espacio Públicos e Infraestructura en general, se han logrado gracias a las ganas, voluntad e insistencia de las personas que los llevaron adelante. ¡Cada cosa que tenemos ha sido un triunfo y se ha logrado a pulso en esta Región!

Por lo mismo tenemos una gran responsabilidad respecto a las otras Regiones, ya que debemos ser sumamente “eficaces” con los pocos recursos existentes, y lo conseguimos, pero muchas veces no logramos ser “eficientes”. Es por eso que es momento de mirarnos de manera crítica, analizar cómo estamos funcionando.

Un ejemplo para reflexionar es nuestro “Centro Cultural de Coyhaique”, inaugurado recientemente el 2012 y que fue el centro cultural con más recursos dispuestos para su ejecución a nivel País. En el cual hoy en día se está realizando una fuerte gestión para acercar la cultura a la comunidad de forma dinámica y efectiva. Reinventarse con conciertos, muestras y exposiciones, estando presentes en el día a día de la Ciudad, lo que es digno de felicitar y apoyar. Lo anterior no ha sido gratis, ya que lo lograron luego de un proceso de auto revisión, en el cual se dieron cuenta que el Edificio no cumplía con los estándares mínimos para acoger a las personas con una temperatura adecuada en los eventos. Es decir “El público y el personal pasaban frío por eso no asistían”.  

Debido a eso están trabajando en conseguir los recursos, para el mejoramiento de la “Envolvente Térmica de este Gigante Amarillo”.

Junto a este ejemplo podríamos mencionar otros, pero lo importante no es quedarse en el ejemplo específico, sino más bien preguntarse, ¿Qué medidas se deben tomar para que las construcciones funcionen eficientemente para el fin que fueron diseñadas?

Como Cámara Chilena de la Construcción, nos hemos percatado que en los últimos años ocurre el fenómeno de que se licitan ciertos proyectos de forma apresurada, por una presión política imperante y que, en algunos casos, están lejos de cumplir con los estándares para una correcta ejecución. A veces lo que se entrega para ejecución, son más bien anteproyectos que vienen diseñados desde Santiago, por personas que ni siquiera conocen la región, y que vienen con una serie de indefiniciones y deficiencias, las cuales deben ser solucionadas o diseñadas en el momento de la ejecución, ¡lo que no corresponde! Lo anterior implica un aumento de costos, que aumenta lógicamente los plazos; cuando lo correcto es que debieran venir con el diseño resuelto, por los profesionales competentes que previamente fueron contratados, y coordinado con todas las especialidades.

En todo esto existen culpas compartidas. Por una parte, tenemos a nuestras Instituciones Locales, que no cuentan con la cantidad de recursos mínimos, ni tampoco la cantidad de profesionales requeridos para alcanzar a revisar al detalle previamente todos los proyectos y que se ven presionados por la maquinaria estatal, apurados de sacar proyectos con una lógica de fast track, y  por otro lado en el área privada, tenemos arquitectos y profesionales que realizan el diseño de estos proyectos y que no se tomaron con la seriedad respectiva su oficio, al no poder dar soluciones que estén a la altura de cada problema. Porque se debe tener en cuenta, que todo lo que no se pensó previamente, se va a tener que solucionar en algún momento y va a terminar repercutiendo en el bolsillo fiscal y por ende en el nuestro. No podemos seguir construyendo con anteproyectos en vez de proyectos.

El seguir siendo eficaces en sacar proyectos adelante, por presiones que devienen de compromisos políticos adoptados, sin poder dar un proceso de revisión, de coordinación y de puesta en marcha adecuados, junto con pensar con la lógica de, “durante la construcción se arregla”, nos va a seguir generando Construcciones Ineficientes y caras, porque gastamos muchos recursos posteriores en solucionar cualquier problema de turno, para que las construcciones nuevas, puedan ser usadas y que realmente funcionen.

Creo que es hora de dar prioridad a los recursos que tenemos y anteponer la eficiencia, por sobre la eficacia. Anteponer los plazos técnicos reales, por sobre los plazos políticos, junto con contratar en el diseño a profesionales comprometidos con el desarrollo regional y que conozcan la región. El primer acto de eficiencia y sostenibilidad, es cuidar los pocos recursos que tenemos, y se lograría con soluciones tan sencillas, como dar el tiempo de revisión y coordinación que merece cada proyecto. No olvidemos que tenemos mucho aun por hacer, en nuestra joven región, y que se acerca el centenario de Coyhaique, por lo que optimizar los recursos, se vuelve una prioridad y un deber.