Los desafíos de la contaminación en tiempos de pandemia

En el marco del lanzamiento del plan de fiscalización para los episodios críticos por parte de la Superintendencia de Medio Ambiente, y con el invierno a la vuelta de la esquina, exactamente a 64 días, es crucial revisar los avances del Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) para Coyhaique y concientizar sobre el posible colapso que generaría la contaminación en el sistema de salud regional en tiempos de crisis sanitaria.

Dicho plan apunta a la fiscalización de humedad de la leña que se comercialice en Coyhaique -principal causa de contaminación de nuestra zona- y avanzar progresivamente hacia una matriz energética limpia.

A raíz de ello es que como gremio estamos muy pendiente de cómo se están haciendo las cosas, sobre todo cuando asoma el invierno, época del año en que los niveles de contaminación intradomiciliaria aumentan, lo que trae consigo una serie de problemáticas para la salud pública, sistema que debemos cuidar y proteger con convicción más que nunca en tiempos donde el mundo está de rodillas ante una pandemia altamente contagiosa como el coronavirus Covid- 19.

Y dada nuestra realidad regional, debemos concientizar y no vociferar todavía opiniones de triunfalismo, de momento Coyhaique y la región es una isla dada su lejanía en comparación a otras regiones del país, por lo que debemos ocuparnos de cuidar el medio ambiente para no sufrir coletazos que después vayamos a lamentar.

Bajo ese escenario, si no procuramos tomar los resguardos necesarios para combatir los graves efectos que podrían generar los episodios de contaminación producto de la calefacción a leña, estaríamos en una situación desfavorable, puesto que el Hospital Regional y el resto de los recintos asistenciales se verían muy comprometidos en la atención de pacientes que posiblemente ingresen –a quienes se les dará prioridad- por presentar síntomas de coronavirus, sumado a la llegada del virus de la influenza, el virus respiratorio sincitial, y los usuarios que requieran la atención de enfermedades cardiorrespiratorias que se agudizan precisamente a causa del uso de la leña.

Por lo tanto, los desafíos de la contaminación en tiempos de pandemia nos llaman a ser extremadamente responsables con la fijación de normas para la calidad del aire, además de focalizar las energías en lograr las concentraciones más bajas -en la medida de lo posible-, considerando el alcance de nuestro servicio y personal de salud.

En virtud de ello, es que como Cámara Regional estamos dispuesto a conversar con las autoridades pertinentes en la materia para aunar criterios y esfuerzos frente a esta temática, con el objetivo de responder a tiempo a esta demanda histórica, que nos mantiene enormemente en alerta, pese a las mejorías registradas durante estos últimos años, pero que aún son insuficientes a falta de seis años de que finalice y evaluemos la medición de impacto del PDA.