La belleza y alegría de construir

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Por Andrés Angulo, presidente CChC Osorno

Publicado el 26 de septiembre 2020 en el Diario Austral Osorno

Me tocó en suerte visitar una obra que ha implementado rigurosamente el Protocolo Sanitario para Obras de Construcción desarrollado por la CChC y validado por los ministerios pertinentes. En ésta, desde el control de acceso hasta el último de los equipos de protección estaba implementado con todo rigor. El nuevo modo de construir generó una nueva atmosfera, en que llamaba poderosamente la atención que no se veía gente distraída, y todos estaban inmersos en su propio afán.

Las labores en faena suelen ser un tipo de trabajo muy físico, por lo que no sorprende que la fuerza y la resistencia sean requisitos indispensables de sus protagonistas. Desde levantar pesas para acomodar piezas y partes en sus lugares – o ubicaciones transitorias – hasta operar maquinaria pesada, las rutinas de las personas requieren de gran esfuerzo, especialmente en la etapa de obra gruesa.

En la etapa de terminaciones, se hace más evidente la destreza, es ahí cuando el calce perfecto de una puerta en su marco, la terminación impoluta de un muro recién pintado, la suavidad de un pavimento unido a la luz que la ventana deja entrar a un dormitorio por la mañana, nos permiten admirar la destreza manual de aquellos que ejecutaron esos trabajos.

Mas cuando uno tiene la suerte de ser parte de ese proceso, hay momentos que embelesan, porque la destreza de nuestros maestros nos atrapa en su propio espectáculo, y quedamos estáticos y boquiabiertos mirando como un hábil estucador termina un muro perfectamente plano, como un diestro ceramista avanza en un pavimento perfectamente nivelado o como un pintor remata un zócalo.

Comprendí que por varios meses nuestros trabajadores se vieron privados de los cuatro Factores de Satisfacción Laboral más reconocidos del ámbito de la construcción; a saber “seguridad en la obra”, “espíritu de equipo con la gente que trabajas”, “oportunidades para aprender cosas nuevas” y “ver el resultado del propio trabajo”. Consecuentemente, las medidas sanitarias que nos impone la pandemia, van de la mano con los principios mencionados y han ayudado al regreso del vigor de la industria de la construcción.

Fue al término de la obra cuando entendí el por qué de este nuevo modo de trabajo. Justo antes de abandonar la faena, percibí en los trabajadores el orgullo y alegría de construir luego de admirar el resultado de su propia labor.