Impulsar la reactivación, el empleo y reducir el déficit habitacional

15 / 12 / 23 Por: Jorge Maturana Hurtado, Presidente CChC Antofagasta
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La industria de la construcción nacional ha atravesado un escenario complejo los últimos cuatro años. La pandemia y el efecto inflacionario impactaron directamente en el aumento de costos de los materiales en 40%, principalmente por concepto de transporte. Algunas empresas de nuestro sector se han declarado en insolvencia ante problemas en el retraso de pagos con sus mandantes y la falta de acceso al crédito, que también afecta a las familias que deben postergar o renunciar a la posibilidad de acceder a una vivienda, aumentando el déficit habitacional que en la región de Antofagasta supera las 36 mil viviendas según el último Balance de Vivienda.

Ante este escenario la Cámara Chilena de la Construcción propone 25 medidas para impulsar la reactivación y el crecimiento de la economía. Con estas medidas esperamos recupera el empleo y facilitar el acceso de las personas a la vivienda como a la infraestructura de calidad que necesitan.

Uno de las principales brechas o nudo crítico que debemos superar a nivel local es la tramitología. De acuerdo a la Comisión Marfán, reducir en un tercio el tiempo de tramitación de los permisos entregaría al Estado una recaudación equivalente a 1.339 millones de dólares anuales, en tanto para las empresas esto se traduciría en una disminución de 3,7 puntos porcentuales del impuesto a las utilidades.

Lo más preocupante es que conociendo el diagnóstico debiera haber un consenso a nivel de reparticiones públicas para mejorar los tiempos de los permisos, y junto con ello que se presente el proyecto de ley para modernizar el sistema de permisos sectoriales.

Otro punto a considerar y el más urgente para nuestra región tiene que ver con generar soluciones habitacionales para disminuir el déficit existente. Medidas como planificar las ciudades con una mirada integral y de largo plazo, considerando el crecimiento de la ciudad para los próximos años es fundamental para gestionar de mejor manera el suelo urbano, y en un proceso de actualización del plan regulador comunal este antecedente debiera ser primordial.

Junto con ello adecuar la normativa a la realidad de los hogares; reforzar los programas habitacionales con incentivos normativos para masificar la oferta de viviendas en arriendo con y sin subsidio en terrenos públicos y privados, como por ejemplo a través del programa de Pequeños Condominios; volver a tratar la vivienda como un bien básico con un IVA rebajado, ya que con este impuesto su valor aumentó casi 12%; implementar un mecanismo de reemplazo del Crédito Especial para Empresas Constructoras (CEEC) como un subsidio directo por un monto equivalente a la compra de una vivienda; impulsar la densificación equilibrada en zonas consolidadas cercanas a transporte, infraestructura pública y servicios; y generar incentivos tributarios transitorios para la compra de viviendas como el implementado en 1998 por la crisis asiática, que permitió descontar de la base imponible los dividendos de los créditos hipotecarios.

Al considerar estas medidas podríamos avanzar significativamente en la reactivación de la construcción como actividad productiva que generar más de 25 mil puestos de trabajo en la región, y además avanzar en la construcción de una mejor ciudad con más viviendas para las familias que la necesitan, más infraestructura pública, y en definitiva mejor calidad de vida urbana para todos y todas.

Jorge Maturana Hurtado

Presidente

Cámara Chilena de la Construcción Antofagasta