Fuego bajo Control: Estrategias para Salvaguardar Ñuble

23 / 12 / 23 Por: Ricardo Salman A. Presidente de la CChC Ñuble
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En una maniobra conjunta entre la Corporación Nacional Forestal y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), estamos impulsando una campaña intensiva de prevención de incendios forestales en esta temporada. Esta iniciativa se suma a la colaboración en marcha entre la CChC, Senapred y el MOP. La temporada pasada, nuestra región fue testigo de desastres devastadores, con pérdidas económicas colosales, daños a infraestructuras públicas y privadas, y afectaciones a 357 familias, 599 incendios, y la destrucción de 57.158 ha, que incluyeron tanto plantaciones forestales como tierras agrícolas y más.

Los costos humanos y económicos fueron alarmantes, con pérdidas estimadas en cientos de millones de dólares según el informe del Ministerio de Hacienda hasta el 3 de abril de 2023. Estos impactos se tradujeron en 883 millones de dólares para las regiones del Maule, Ñuble, Biobío, Araucanía y Los Ríos, con costos sociales adicionales por contaminación que ascienden a 2.275 millones de dólares. Aunque el gasto en ayuda fiscal y seguros pudo compensar alrededor del 60% de los daños económicos, la magnitud de las pérdidas sigue siendo motivo de preocupación.

La temporada pasada, las regiones mencionadas experimentaron la quema de 440.000 ha debido a incendios forestales, con una pérdida de capital de US$ 570 millones en el sector forestal. La actividad agropecuaria también sufrió pérdidas significativas, con estimaciones de INDAP que incluyeron la destrucción de 5.960 ha de cultivos, 33.090 animales y 57.976 colmenas, resultando en una pérdida de capital de US$ 23 millones. La infraestructura productiva de riego, cercos y maquinaria sufrió pérdidas por US$ 42 millones, mientras que la infraestructura social, que abarca viviendas, establecimientos educacionales y de salud, alcanzó la cifra de US$ 249.

En Ñuble, no solo los sectores forestal y agrícola sufrieron las consecuencias, sino también el emergente turismo regional, que experimentó daños en infraestructura y la pérdida de visitantes.

Analizando las causas, es evidente que casi el 100% de estos siniestros tuvo origen humano, siendo evitables en su mayoría. Descuidos, quemas no autorizadas, soldaduras, causas eléctricas, trabajos agrícolas riesgosos y actividades de construcción informal son los principales responsables.

Para prevenir futuros desastres, Conaf llevó a cabo 736 campañas de prevención durante el año, colaborando con municipalidades, juntas de vecinos, colegios y empresas en la región. En el mismo sentido, la CChC, en colaboración con Conaf, ha lanzado esta semana una intensiva campaña de difusión mediante videos en redes sociales, prensa, avisos radiales y charlas directas y en terreno dirigidas a trabajadores de empresas.

Todos tenemos la responsabilidad de generar un cambio cultural, proteger nuestro entorno, nuestras capacidades productivas y, sobre todo, a nuestra comunidad. Busquemos construir una región y un país libres de incendios.