¡Es la economía, estúpido!

25 / 03 / 23 Por: Alicia Vesperinas, Consejera Nacional CChC Osorno
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Por Alicia Vesperinas, Consejera Nacional CChC Osorno

Publicada el sábado 25 de marzo 2023 en el Diario Austral Osorno

Desde hace algunos años hasta hoy en nuestro país se ha reflexionado mucho acerca del origen del malestar que transversalmente aqueja a nuestra sociedad. Varias han sido las tesis que buscan resolver el misterio de por qué el pesimismo se ha adueñado de toda conversación.

Hay quienes culpan al abuso, encarnado en pomposas colusiones y en todos quienes usan sus cuotas de poder en pos de sus propios intereses sin contrapesos. Hay otros que afirman que es la gran desigualdad social que persiste a pesar de todas las iniciativas financiadas con un cada vez mayor presupuesto público. Puede ser otra la explicación.

Entre los años 2003 y 2013 el Producto Interno Bruto per cápita chileno, pasó de US$ 4.800 a US$ 15.700, es decir en una década los chilenos en promedio, triplicamos nuestra riqueza. Sin embargo, desde ese 2013 a la fecha el PIB per cápita es prácticamente idéntico, es decir no ha aumentado significativamente en los últimos 10 años. ¿Será que nos quedamos atrás en educación? ¿Será que existen regulaciones que son un freno a la actividad económica? ¿Será que perdemos productividad y a nadie le importa? ¿Será que nuestro Estado fue diseñado para la era análoga? ¿Será que las consignas se impusieron a la evidencia?

Una de las principales demandas que cruza la discusión Constitucional es pasar de un Estado subsidiario a un Estado social de Derecho. Más allá de las disquisiciones semánticas, lo que subyace tras eso es poder contar con derechos mínimos asegurados para todo compatriota, pero dichos derechos deben poder financiarse y si no se pone foco en el crecimiento las buenas intenciones se verán frustradas quedando todo en letra muerta. Estamos equivocando la discusión, no se trata de más o menos impuestos, sino de cómo y en qué se gastan; no se trata de más o menos AFP, sino de cómo conseguiremos buenas pensiones; no se trata de oponerse a todo proyecto, sino de cómo hacerlo compatible con la sostenibilidad ambiental; no se trata de si trabajaremos 30, 40 o 45 horas, sino cómo generamos valor; no se trata de más o menos Estado, sino de cómo tendremos instituciones modernas y creíbles.

Quizás la explicación a muchos de nuestros males coincide con lo que señaló Bill Clinton en su campaña presidencial de 1992…¡es la economía, estúpido! Volver a crecer es un imperativo, se puede, se debe.