Capital reputacional

30 / 12 / 23 Por: Wilma Muñoz, presidente CChC Osorno
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Por Wilma Muñoz, presidente CChC Osorno

Publicada el 30 de diciembre en el Diario Austral Osorno

Mientras suenan los últimos acordes de los villancicos de navidad mezclados con el ritmo de la salsa que anuncia la pronta partida del 2023, se mezclan también los recuerdos de un año en el que la realidad a nivel global superó ampliamente la ficción.

Y nuestro país no ha sido la excepción. Los incendios forestales que afectaron gran parte de las regiones del centro y sur del país cuando apenas asomaba el año y más tarde las intensas lluvias que provocaron el desborde de ríos y esteros, pusieron a prueba una vez más la capacidad de reacción de autoridades, bomberos, voluntarios y vecinos frente a lo impensado.

Y en ambas circunstancias como siempre, la ayuda surgió espontánea desde todos los rincones. Y la cadena solidaria volvió a construirse, vinculando a todos los sectores bajo el objetivo común de derrotar la adversidad.

Tal vez sea esta la única certeza que aún poseemos como país: la capacidad de unirnos sin distingo, ya sea para colaborar en causas solidarias, como para encarar situaciones de emergencia.

En un país geográficamente aislado, permanentemente afectado por movimientos telúricos, volcanes activos y climas extremos … ¿qué otra opción nos queda?

En una nación de 19 millones de habitantes ponernos de acuerdo resulta un poco difícil. Afortunadamente este pensamiento me trae de regreso al acto de Graduación en una Escuela Rural de nuestra provincia, al que tuvimos el honor de ser invitados como cada año y donde el único profesor a cargo de los 6 alumnos oficiaba de maestro de ceremonias, anfitrión y director de orquesta, con la naturalidad de quien se maneja en el oficio. Debo reconocer que me sorprendió gratamente descubrir como el respeto y la colaboración entre los padres y el profesor han sembrado en los niños aquellos mismos valores. Lo que se puede sentir en la actuación de la pequeña orquesta conformada por los seis alumnos de 6 a 9 años que acompañados de sus instrumentos y la guitarra de su profesor dan vida a temas propios de su cultura y lengua materna con una emoción que traspasa la piel.

Si la música es capaz de unir y educar en el respeto y la colaboración a una pequeña comunidad rural … ¿Quiénes somos nosotros para desafinar como país?

Cada día está más claro que el capital reputacional de las instituciones, como el de los países, se encuentra radicado en sus personas y que solo sobre la base de la confianza y la lealtad entre sus miembros se construye la credibilidad.