NUEVO PLAN DE INFRAESTRUCTURA PARA EL TRANSPORTE

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Consideramos positivo el plan de infraestructura para el transporte público dado a conocer la semana pasada por el Gobierno. Chile tiene un importante déficit en esta materia y los proyectos anunciados contribuirán a reducirlo, así como a mejorar la calidad de vida de las personas que harán uso de estas obras cuando estén construidas.

Destacamos además que el plan anunciado constituye un claro respaldo al sistema de concesiones, que ha jugado un rol clave en el desarrollo de infraestructura de alto estándar y que, por lo mismo, debiera seguir consolidándose en todos los ámbitos en que actualmente está presente y extenderse a nuevas áreas.

Sin embargo, el diseño de planes especiales de infraestructura para hacer frente a los ciclos contractivos de la economía –con todas las externalidades positivas que conllevan– vuelve a poner de manifiesto una debilidad estructural que tenemos como país: la falta de visión de largo plazo para el desarrollo de la infraestructura pública y de continuidad en la ejecución de los planes y programas asociados a este ámbito.

Si ello se corrigiera –si la infraestructura fuera tratada como política de Estado– la cartera de proyectos contendría sus respectivos estudios de ingeniería e iniciativas en permanente desarrollo, actuando por defecto como contención ante los momentos de desaceleración económica, y existiría una cartera con posibilidades de ponerse en marcha en el corto plazo.

También obligaría a que el aparato público cuente con los recursos necesarios, económicos y humanos, para materializar en oportunidad y calidad esos proyectos. Hoy la capacidad institucional se está viendo claramente sobrepasada por la creciente envergadura de las tareas que le toca enfrentar en materia de infraestructura, lo que constituye una traba para concretar los proyectos.

Jorge Mas Figueroa.

Presidente

Cámara Chilena de la Construcción