Energía en Magallanes: En Búsqueda de Certezas.

02 / 09 / 13

La demanda global por energía continúa creciendo, especialmente en países en desarrollo como el nuestro, mientras la industria de hidrocarburos continúa en la búsqueda de nuevas fuentes de energía en áreas cada vez más técnica y políticamente desafiantes.

Las naciones con arraigada tradición institucional y políticas de largo plazo han tendido a desarrollar aquellas fuentes energéticas que son consideradas estratégicas y que el análisis económico - ambiental indica que deben ser desarrolladas. Norteamérica está viviendo un auge en la explotación de hidrocarburos no convencionales gracias a esas políticas, lo que en el mediano plazo puede significar una nueva revolución industrial y de crecimiento.

Según estimaciones de la Agencia Internacional de Energía, el boom de hidrocarburos no convencionales puede significar el renacimiento de la industria manufacturera en Norteamérica, acompañado no solo de una constante alza en la demanda internacional sino de la búsqueda de nuevas fuentes de demanda interna, de la mezcla de una mejora notable en la tecnología y combinaciones de producción.

Paradójicamente, en Chile poseemos nuestras propias riquezas y fuentes de energía que, adicional y mayoritariamente, provienen de fuentes renovables como el agua. Siempre hemos tenido a la mano la solución óptima al complejo escenario que vivimos en materia de energía, pero se requiere de una adecuación de la institucionalidad para viabilizar aquellos proyectos hidroeléctricos, térmicos y no convencionales que cumplen con la normativa. Tal adecuación se debe realizar en los aspectos tributarios regionales, compensatorios y productivos que apunten fuertemente a beneficios de largo plazo a las comunidades vecinas. La expansión de los sistemas de energía debe ser desarrollada con aquellos proyectos que impliquen un aumento del bienestar y la eficiencia.

En Magallanes la sensatez y realidad indica que la evidencia disponible debe ser considerada, y se deben establecer las necesarias prioridades en materia energética. Aunque la discusión ha recientemente comenzado, no se puede postergar. Según análisis de la Comisión Nacional de Energía, la demanda por energía eléctrica en Magallanes crecerá un 65% en los próximos 10 años, y más que se duplicará en los próximos 20 años.

Nuestra región puede y debe trabajar en el más breve plazo en el establecimiento de una política energética sustentable, la cual por cierto pasa por desarrollar todas aquellas fuentes de energía eficientes económicamente que la experiencia, técnica y evidencia indican como desarrollables. A su vez, se deben establecer incentivos al establecimiento de fuentes demanda que permita el desarrollo a largo plazo de las fuentes energéticas. A pesar de nuestra posición geográfica y naturalmente estratégica, no basta con contribuir a bien común equiparando condiciones con aportes directos o indirectos como lo son los subsidios a los productores o a los consumidores, recordemos que los recursos son escasos y se requiere de la necesaria focalización del gasto para contribuir eficientemente al crecimiento.

Las decisiones de hoy nos afectarán en los próximos 50 años y existe necesidad de avanzar en el tema energético, la demanda va a ir avanzando por lo que una planificación adecuada de la oferta energética ayudará a evitar posibles sobre costos, sean estos económicos o sociales. Estimamos que las decisiones se deben tomar en función del recurso de mayor eficiencia y menor costo. Si en el Sistema Interconectado Central es la Hidroelectricidad, en Magallanes la evidencia indica que ante la posibilidad de falta de oferta de Gas Natural, pareciera ser razonable, como segunda mejor opción, explorar el Gas Natural Sintético a base de Carbón. La diversificación no debe entenderse como una forma indirecta de subsidiar tecnologías más costosas, sino al establecimiento de certezas y respaldos de largo plazo que permitan incluso la incorporación de tecnologías renovables alternativas como la Eólica o Mareomotriz que colaboren en una mejora en los costos y por consiguiente en el bienestar de nuestra Región.

Cristián Prieto
Presidente
CChC Punta Arenas

Chile posee sus propias fuentes de energía que, adicional y mayoritariamente, provienen de fuentes renovables como el agua.