Las ciudades y su territorio

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Permanentemente toda la comunidad, -y me refiero a ciudadanos, instituciones y autoridades-, debemos revisar nuestra vocación y concordar en el modelo de desarrollo y calidad de vida deseado. En ello se conjugan realidades del ámbito económico, medioambiental, institucional y de gestión. Las comunidades como Osorno, deben decidir entre ser un pueblo grande o una ciudad, esa mirada permite a los ciudadanos y autoridades fijarse metas que sean concordantes con esa mirada de futuro.
Estas señales son las que permiten que las áreas productivas y de servicio se alineen con esa visión y usen la realidad institucional, la que se debe diseñar para ese propósito.
El estado que administra el territorio debe hacerse cargo de las demandas que ese objetivo requiere y, si la decisión es ser ciudad, debemos pensar en esa dirección, dotando a los instrumentos territoriales de la potencia y flexibilidad que requerirán los nuevos desafíos de vialidad, transporte y conectividad, dentro y fuera de la ciudad, planos reguladores modernos y con énfasis en el crecimiento con calidad de vida, mucho soñar, mucho trabajo público-privado, planificar y ejecutar.
El territorio del que debe hacerse cargo Osorno está limitado por el vecino Bariloche, la costa del Pacífico, la zona de Paillaco y la zona de Frutillar, todo lo que suceda en ese territorio tendrá incidencia en Osorno y por lo tanto debemos incluirlo en nuestras políticas de crecimiento.
Esa inclusión debe ser con instrumentos modernos de integración, no se logrará haciendo más de lo mismo. Se debe pensar en la integración digital, en la conectividad con medios de transporte nuevos, en un tren de acercamiento, en tranvías dentro de la ciudad, servicios innovadores y de calidad para todo el ámbito productivo actual y futuro; no olvidemos que hoy se comienzan a producir nuevos productos y a ofrecer nuevos servicios con énfasis en el turismo de especialidad.
Hoy la ciudad cuenta con una masa crítica de profesionales, instituciones y servicios que permiten implementar una nueva mirada de desarrollo. También existe conciencia de la importancia de la asociación público-privada, palanca fundamental para lograr materializar nuestros sueños y ser una ciudad inclusiva, moderna y de alta calidad de vida.
Sólo falta comenzar, ya.

Mario Díaz Núñez

Consejero Nacional CChC Osorno